El poder de la alimentación



En muchos momentos las fuerzas y el ánimo nos fallan cuando más lo necesitamos, y no debemos achacar toda la culpa a nuestro carácter o al estrés, sino a lo que nos llevamos al estómago.
Ya sé que esto es típico de lo que os decían vuestras madres   “!come verdura, que es muy sano!” 
y sé que es muy manido (trillado) eso de hablar de la importancia de la variedad en nuestra dieta, pero si no hacéis mejoras en este tema por vuestro interior hacedlo al menos por vuestro exterior, por vuestra apariencia.
Además de cómo fuente energética las frutas y verduras son los alimentos antioxidantes por excelencia, es decir, que hace que ENVEJEZCÁIS MÁS LENTAMENTE al mismo tiempo que sirven para prevenir enfermedades, fuente de fibra y neutralizadores de los radicales libres y diversas sustancias perjudícales para la salud.
¿Habéis visto fotos de gente de principios de siglo? Yo si y siempre me ha llamado la atención la cara de viejos que tenían ¡parecen vuestro padres y eso que tal vez TUVIERAN VUESTRA MISMA EDAD en el momento de la instantánea.
El motivo es que a diferencia de las generaciones posteriores NO TENÍAN EN SU DIETA LA ENORME VARIEDAD NI CONOCIMIENTO que tenemos actualmente. 
UN PAR DE RECOMENDACIONES CON LA FRUTA
Lo primero recordaros que lo apropiado es consumirlas ANTES DE LA COMIDA, porque su digestión es rápida y hacerlo después puede producir indigestión.
Otra cosa, las frutas pueden combinarse entre sí, pero algunos expertos recomiendan NO MEZCLAR LAS MUY DULCES –Plátano- con las muy ácidas –Naranjas- para ayudar mejor a aprovechar sus virtudes y evitar la fatiga, y el mal humor.



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