Los enemigos de la salud
Se consumen diariamente productos que son absolutamente dañinos para el sistema nervioso y el corazón, y que generan estrés.
La cafeína, puede ser un verdadero veneno cuando se consume en dosis muy concentradas.
Se encuentra en cada taza de café, en cada barra de chocolate, en bebidas con cola y en el té negro.
Su consumo excesivo crea problemas a largo plazo, y afecta a la coordinación, la memoria y la percepción. Pero no terminan aquí sus destrozos:
-Estresa el corazón.
-Eleva los niveles de colesterol en la sangre.
-Irrita las paredes estomacales e impide la digestión.
-Modifica los patrones de sueño profundo provocando fatiga.
-Tensa los principales músculos del cuerpo e impide la relajación.
-Crea adicción.
-No tiene ningún valor alimenticio.
La subida de ánimo que provoca va siempre seguida de depresión, pues la cafeína exige demasiado a los nervios y glándulas. Es recomendable evitar o reducir la ingesta de cafeína.
El azúcar blanco refinado es una pequeña “ladrona” de vitaminas B y enemiga de tu salud.
Lo peor es que su consumo se ha disparado en los últimos años. Los niños consumen hoy día veinte veces la cantidad que se consumía hace 50 años, y es difícil encontrar elementos elaborados que no lleven azúcar.
Algunos de los problemas relacionados con el consumo de azúcar son:
-Riesgos de enfermedades nerviosas.
-Problemas cardíacos.
-Nerviosismo.
-Irritabilidad.
Es muy fácil reemplazar el azúcar por miel. La miel es igual de dulce pero contiene minerales muy buenos para el sistema nervioso. Además viene con sus propias vitaminas B, por lo que no necesita robarlas al cuerpo. Cuanto más lejos estés del azúcar, mejor.
La sal de mesa parece más inocente de lo que en realidad es. Según algunos expertos el consumo excesivo de sal puede evitar la asimilación de calcio en el cuerpo. Pero también puede:
-Provocar agotamiento, fatiga crónica e hipertensión.
-Aumentar la presión del corazón por la retención de fluidos.
-Desarrollar úlceras estomacales.
Reglas de alimentación
Existen normas de alimentación igual que hay normas de tráfico. Todo el mundo acepta que son necesarias las señales de tráfico para evitar accidentes. Lo mismo sucede con la alimentación.
Pero en este caso el incumplimiento de las normas puede provocar ataques cardíacos, problemas de obesidad, úlceras y un abanico de desórdenes y enfermedades.
Las reglas de alimentación se basan sobre todo en el sentido común y, si se cumplen, no sólo evitan accidentes, sino que proporcionan más salud y felicidad. Señalamos algunas de las más importantes:
-Reposar y tranquilizarse antes de comer.- Relájate antes de comer para preparar el proceso digestivo. Si estás preocupado o deprimido por algo, es mejor que pospongas el momento de la comida hasta estar tranquilo.
No se puede digerir un alimento con el estómago tenso. Cuanto más disfrutes de lo que comes y cuánto más saludable sea el alimento, menor será el estrés.
-Comer sólo cuando se tiene hambre.- Además es preferible comer hasta 3/4 de nuestra capacidad, para facilitar la digestión y favorecer el sistema nervioso. Otro error muy común es comer antes de irse a la cama.
Lo aconsejable es que transcurran dos horas entre la cena y el momento de acostarse, o comer platos de rápida digestión.
-Cuidar la combinación de alimentos.-Algunos alimentos como las frutas y vegetales crudos no deben ingerirse juntos. Cada uno de estos alimentos requiere enzimas diferentes para su digestión, de manera que uno tiene que esperar en el estómago mientras el otro es digerido.
En general, cuanta menos variedad tengas en el menú de cada comida, mejor será tu digestión.
Una buena digestión es sinónimo de buenos nervios ya que las células nerviosas dependen de lo que el estómago digiere para su propia vitalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario